sacerdotes madridejos

Un año más nos ponemos manos al “bolígrafo”, porque se nos pide escribir unas líneas que nos dispongan a celebrar dignamente las Fiestas próximas que se celebran en honor de Cristo: para nosotros, para nuestro pueblo, en honor de Cristo del Prado.

Es bastante difícil el evitar caer en la tentación de repetir un año y otro año las mismas cosas. Aunque, no por mucho repetirse, dejan de ser una gran verdad.
– Verdad que debe traducirse en una mejor convivencia fraterna.
– Verdad que debe traducirse en sana diversión.
– Verdad que debe traducirse en un culto no sólo ritual, sino vivencial, en honor de aquel que es el centro y el motivo causante de la unidad y la fraternidad de
un pueblo, que se honra en tenerle como guía y como fuerza para llevar a cabo el que se vea su presencia en todo lo concerniente a la vida social:
Ofreciendo una gran atención a aquel que necesita algo de los demás.
Ayudando a los jóvenes a que celebren estas fiestas con una alegre y sana jovialidad.
Haciendo que los matrimonios vivan su cometido de ser escuela y ejemplo de sus hijos.
Procurando que exista una auténtica compañía para aquellos que se sienten solos y abandonados.

En fin, para que el Cristo nos ayude a tener las manos abiertas y extendidas hacia todos los que se acerquen a vivir y compartir con nosotros estas fiestas patronales.

Y, por supuesto, pidiendo también por todos aquellos que Dios dispuso llevarse, y de los que nos sentimos herederos.

Todo esto debe ir acompañado de un especial cuidado para evitar:
– Las posibles aristas en las diversiones.
– Los accidentes de cualquier índole, producidos por terribles imprudencias. O cometidos aprovechando el anonimato.
– Las peleas y riñas sin sentido.

Santísimo Cristo del Prado, que tu luz y tu fuerza iluminen y fortalezcan nuestras vidas para que, al final de las fiestas, Madridejos pueda decirte con orgullo y con
auténtica verdad que han sido celebradas en tu honor.

FELICES FIESTAS A TODOS.

Vuestros Sacerdotes.