sacerdotes madridejos

Día del Cristo para todos.

Cuando, de una u otra forma, se avisa a todo un pueblo la cercanía de un gran evento común a todos sus ciudadanos, y también se les invita a participar y disfrutar del mismo: grandes y pequeños, mujeres y hombres, jóvenes y mayores deberíamos pensar el por qué y de qué manera yo, personalmente, puedo hacer algo positivo para que se beneficien todos.

Este evento que se anuncia es la proximidad del “día del Cristo” y, eso sí, es un anuncio que muestra una nueva oportunidad para que todo un pueblo, nuestro pueblo, celebre -todos juntos- el motivo que les hace sentir a todos y a cada uno la realidad que les une: la fe en Cristo Salvador. Porque, de una forma especial y sencilla, todos sus habitantes, se convierten en una especie de familia que celebra el “aniversario” de un “paisano”, de uno de sus miembros.

Es verdad que vivir ese día del Cristo del Prado para beneficiar y beneficiarse es “vivir la experiencia de la fe” como regalo de Dios recibido de los antepasados. Aunque cabe preguntarse si vivir tal “camino de fe” es hoy social y culturalmente posible. La respuesta es sí, pero no en las mismas condiciones que lo ha sido en otro tiempo.

El problema de raíz es la dificultad de vivir la experiencia de Dios trascendente, pero a la vez personal y cercano -el Dios-con nosotros- manifestado en Cristo Jesús, en una sociedad que, forjada por la modernidad, tiene el consumismo como guía y el relativismo como práctica.

Ser auténtico cristiano hoy es ir un poco a contra corriente. Y lo es no sólo para las personas en general, sino para todas las que quieran vivir en profundidad su fe, sea cual sea su compromiso vocacional.

No obstante todos estamos llamados a poner nuestro granito de arena para hacer un mundo más feliz. El Santísimo Cristo del Prado sea nuestra fuente en la que bebamos la fuerza necesaria para llevar a todos los madridejenses, sin excepción, un abrazo de paz y de alegría en estas fiestas que se acercan y a lo largo de todo el año.

A todos: jóvenes y mayores, y especialmente a los enfermos y más necesitados, os deseamos unas santas y felices fiestas.

Vuestros Sacerdotes