Vuestros sacerdotes
Cuando llegan estos días de fiesta parece que todo empieza a revivir de una forma especial. Son muchas las cosas que se apartan para poder celebrar con gozo la alegría que se respira en cada uno de los rincones del pueblo.
Alegría porque la vemos en los ojos de los que tenemos al lado; alegría porque queremos disfrutar de la compañía de los nuestros; alegría… ¡por tantas cosas!
Pero hay una realidad que aflora al exterior y que se ha vivido personal y anónimamente durante todo el año y que es el signo de la identidad de cualquier «paisano» madridejense: La presencia interior del Santísimo Cristo del Prado.
Nadie le tiene en olvido. Es nuestro «Dueño y Señor». ¡Qué suerte tenemos! ¡Somos unos privilegiados! ¡Él mismo se nos ha regalado! ¡Qué grande, qué suerte, qué gozo el poder celebrar cada año, de una manera especial su presencia entre nosotros!
Celebrar que nos sigue amando, incluso cuando le fallamos, Él está clavado en su cruz para no huir cuando le busquemos porque se nos ha escapado el ánimo y esperanza.
Celebrar que intercede por nosotros, por nuestras familias, por nuestros amigos, por nuestros enfermos, por nuestros ancianos, ofreciendo su presencia a los que se encuentran solos.
Todo esto debe ser motivo que nos mueva a vivir estas fiestas y expresarlo exteriormente con nuestros cantos, bailes, risas y diversiones. Es exteriorizar la alegría de nuestro corazón.
Deben ser días en los que prime el verdadero ser y no el simple tener, donde seamos capaces de valorar lo que hay en cada uno de nuestros paisanos, en su ser, en su vida… En el fondo, sabemos que existe ese amor, esa comprensión, esa caridad y esa entrega para que estos días los vivamos en alegría y felicidad.
Intentemos vivir estas fiestas no solamente por costumbre. Es algo, con unos valores, que hemos recibido de nuestros mayores y que debemos esforzarnos en reafirmar nuestro compromiso de transmitir a los madridejenses venideros el verdadero sentido y la autenticidad de nuestras fiestas en honor de nuestro Santísimo Cristo del Prado.
FELICES FIESTAS A TODOS.
Vuestros Sacerdotes.